Cada vez más deseado por los viajeros de todo el mundo, la región del Sudeste Asiático encanta con sus templos hinduistas y budistas, montañas cubiertas por campos de arroz, coloridos mercados, increíbles playas, cascadas y cuevas gigantes, santuarios de elefantes y metrópolis que conjugan exotismo asiático con comodidades propias de los centros urbanos.
Conoce 6 destinos baratos en el Sudeste Asiático que te encantaran Clic para tuitearExcluyendo el precio de los boletos de avión; este, sin duda, puede ser un viaje que pesa muy poco en el bolsillo: el Sudeste Asiático es una de las pocas regiones del mundo donde encontrarás todo muy barato, no importa si hablamos de actividades, alojamiento o comida.
Con alojamiento en hotel de tres estrellas, alimentación y paseos, se puede calcular una media de gasto de entre US$ 40 y US$ 50 por persona por día (que disminuye a US$ 30 si te hospedas en albergues). A continuación te presentamos los 6 destinos más baratos para viajar por el Sudeste Asiático:
Tailandia
Bangkok es una ciudad grande, caliente y sobre todas las cosas, caótica, con una fusión interesante entre el occidente y el oriente. Allí podemos encontrar una impresionante cantidad de templos suntuosos, mercados de la calle, centros comerciales, spas con servicio de masajes a US$ 10 y rascacielos con bares sofisticados en la parte superior. Una vez aquí, se pueden seguir dos direcciones:
Al norte se encuentran Sukhothai, que guarda un parque con ruinas con templos de los siglos 13 y 14, y Chiang Mai, la capital cultural del país, con clases de cocina y santuarios de elefantes. Al sur se encuentran las famosas islas de Tailandia, divididas entre la costa del Golfo de Tailandia (Koh Phangan, Koh Tao y Koh Samui) y la costa del Mar de Andamán, donde se encuentran las aguas verde esmeralda de Koh Phi Phi y Maya Bay, que darían vida a los escenarios paradisíacos de la película La Playa. Así, esta difícil elección de qué visitar queda en tus manos.
Camboya
El gran hit del país es Angkor Wat, un monumento religioso dejado por el Imperio Jemer entre los siglos 9 y 13. El Angkor Wat es el epicentro de un complejo de ruinas con más de 100 templos y se encuentra dentro de un hermoso parque en el que necesitas tomarte, por lo menos, dos días para conocer.
En la capital, Phnom Penh, hay plazas que remiten a la ocupación francesa en el siglo 19, un hermoso Palacio Real y los mórbidos Killing Fields de Choeung Ek, el memorial dedicado a las más de 2 millones de víctimas muertas durante la dictadura comunista Khmer Rouge, en los años 1970. En el litoral, las pacatas islas Koh Rong y Koh Rong Samloem ofrecen días de playas vacías en cabañas rústicas y un mar de aguas cristalinas.
Indonesia
Medio mundo sueña con pasar unos días zen en Bali después de que este destino apareciera en el libro/película Comer, Rezar y Amar. La isla más relajada de Indonesia (un oasis de budismo en medio de la mayoría musulmana), tiene playas de arena espectaculares en la península de Bukit, olas propicias para el surf en Uluwatu, buceo cinco estrellas en Tulamben, templos y arrozales en Ubud, y muchos paisajes más.
Quien desee y pueda pasar más días en este país, formado por nada menos que por 17 mil islas, puede aprovechar para visitar algunas playas de ensueño en las Gili Islands; lugar donde se encuentra el mayor monumento budista del mundo, en Borobudur; además de participar de la cultura y los mercados en la ciudad de Yogyakarta.
Myanmar
El país se abrió al turismo en 2011 después de las reformas políticas y económicas que suscitaron tras la dominación militar. La estructura turística incipiente requiere de paciencia, pero es compensado por un territorio casi virgen, donde más de cien grupos étnicos aún se visten y viven como hace tiempo atrás.
Comienza por Yangon, una ciudad con hermosas pagodas y edificios de los tiempos coloniales británicos (que terminaron en 1937); además de ofrecer una escena gastronómica en desarrollo. Sigue a Mandalay, un poblado con una serie de templos y monasterios, y posteriormente al Lago Inle, con jardines y pueblos flotantes. El punto culminante del viaje es Bagan, una llanura de 40 km2, con más de 3 mil templos construidos entre los siglos 11 y 13.
Vietnam
Es, por mucho, considerado como el país más barato del Sudeste Asiático; contando con una inmensa variedad de paisajes. Al norte podrás encontrar montañas redondeadas cortadas por las terrazas de arroz de Ha Giang y Sapa; así como las islas de piedra caliza de Ha Long Bay y el centro histórico interesante de la capital, Hanoi.
En el centro, el Parque Nacional de Phong Nha-Kẻ Bàng guarda la mayor cueva del mundo, Hue, que además presenta restos de un majestuoso palacio imperial.
En el sur, Mui Ne tiene dunas de arena y vientos fuertes para practicar deportes acuáicos como el kitesurfe, Dalat muestra sus caseríos coloniales y abundantes cascadas; y Ho Chi Minh City alberga el War Remnants Museum, que documenta la triste historia de lo que los vietnamitas llaman “Guerra Americana”.
Laos
Es el país con la estructura más modesta, el wi-fi más lento y el interior más natural del Sudeste Asiático. La ciudad más turística es Luang Prabang, a orillas del majestuoso Río Mekong, ocupada por monjes, pequeñas y tradicionales cafeterías, mercados de artesanías y cascadas de agua azul turquesa.
Si te gusta el ecoturismo y los sitios rústicos, entonces te encantará seguir explorando el resto del país: los destinos más visitados son Vang Viang, puntos donde los mochileros hacen fiestas y practican deportes de aventura; Thakhek, con cuevas y piscinas naturales; Pakse, con una colección de cascadas surrealistas, y Si Phan Don, un archipiélago fluvial con bungalows y hamacas localizados a la orilla del mar.