A continuación te hablamos acerca de los distintos factores de riesgo de la demencia, y lo que puedes hacer para reducirlos. Debes saber que tanto el Alzheimer, como otras enfermedades de la demencia, se relacionan con ciertas mutaciones genéticas.
Las investigaciones médicas al respecto han demostrado que los cambios en el estilo de vida pueden prevenir alrededor del 30% de estas mutaciones. En consecuencia, tomar medidas para reducir el riesgo de demencia puede ayudar a disminuir también tu probabilidad de desarrollar otras afecciones graves de salud.
¿Qué es la demencia?
La demencia es la pérdida del funcionamiento cognitivo del cerebro, incluyendo, pensar, recordar y razonar, así como la pérdida de las habilidades conductuales. Lo anterior hasta tal punto que interfiere con la vida y las actividades diarias de una persona. Estas funciones son muy importantes ya que incluyen la memoria, las habilidades del lenguaje, la percepción visual, además de la resolución de problemas, y la capacidad de concentrarse.
Cabe mencionar que algunas personas con demencia no pueden controlar sus emociones y su personalidad a menudo es cambiante. Además, esta enfermedad varía en severidad desde una etapa más leve, cuando apenas afecta el funcionamiento de una persona, hasta la etapa más severa, cuando la persona depende enteramente de otros.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la demencia y cómo reducirlos?
Más allá de que los síntomas de la demencia incluyen la pérdida de memoria, los cambios de humor, y dificultades para concentrarse, no todos conocen lo que puede originarla. Por ello, aquí te compartimos los principales factores de riesgo asociados con la demencia y lo que puedes hacer al respecto.
La genética
Tanto la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, como la demencia frontotemporal, son hereditarias. Por lo tanto, la interacción entre tus genes y tu estilo de vida ocasiona la mayoría de las formas de demencia.
Una investigación médica en el Reino Unido examinó a alrededor de 40.000 personas con una mutación genética relacionada con un mayor riesgo de Alzheimer. El estudio reveló que las personas que tenían un estilo de vida saludable, eran menos propensas a padecer demencia en comparación con aquellos que llevaban una dieta poco saludable. Incluso entre aquellos que hacían poco ejercicio y tenían malos hábitos.
Dietas poco saludables
Una dieta rica en grasas saturadas, azúcar, sal y colesterol pueden provocar presión arterial alta, diabetes tipo 2 y obesidad. Todas estas enfermedades están relacionadas con un riesgo más alto de padecer demencia. Por el contrario, las dietas saludables para el corazón son fundamentales para prevenir la demencia vascular, debido a que reducen el riesgo de acumulación de colesterol y grasas en los vasos sanguíneos.
Para reducir el riesgo de demencia, se recomienda limitar el consumo de los alimentos procesados, salados y azucarados. También se debe reducir la ingesta de grasas animales, e incrementar la ingesta de frutas, verduras y cereales integrales.
Actividad física insuficiente
Debido a que el ejercicio incrementa el flujo de sangre al cerebro, reduce el riesgo de demencia vascular. Si llevas un estilo de vida inactivo, puedes acumular placa y colesterol. Como resultado, tus vasos sanguíneos se pueden bloquear o estrechar y provocar demencia vascular.
Además, las investigaciones sugieren que la actividad física puede reducir el riesgo de otros tipos de demencia. Se ha descubierto que las personas que hicieron ejercicio a lo largo de sus vidas, tenían menos probabilidades de desarrollar Alzheimer que las personas que permanecieron inactivas.
Se recomiendan al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, incluyendo algún tipo de entrenamiento de fuerza. Basta incluso con una caminata rápida para obtener ejercicio físico moderado.
La obesidad, la presión arterial alta y la diabetes
Todas estas enfermedades pueden provocar una disminución del flujo de sangre al cerebro, generando con ello daño cognitivo. Cabe mencionar que con la diabetes, el vínculo con la demencia no es del todo claro.
Una investigación reciente sugiere las personas con diabetes bien controlada tienen menos riesgo de padecer demencia, que aquellos con picos altos de azúcar en sangre. A pesar de esto, es posible que muchas personas con estas enfermedades no desarrollen demencia.
El tabaquismo es uno de los factores de riesgo de la demencia
Las toxinas en el humo del tabaco pueden incrementar tanto la inflamación como los radicales libres que dañan las células en el cerebro. Ambas cosas están relacionadas con la enfermedad de Alzheimer. Incluso, es bien sabido que fumar incrementa el riesgo de accidente cerebrovascular, lo que puede conducir a la demencia vascular.
En consecuencia, si deseas reducir el riesgo de padecer demencia, debes dejar de fumar lo antes posible. Además, hacerlo mejorará tu calidad de vida de forma significativa.
Poca interacción social y baja estimulación cognitiva
El deterioro cognitivo del cerebro se relaciona con altos niveles de estimulación social y cognitiva a medida que envejecemos. Por lo tanto, participar en conversaciones, hacer acertijos, leer y realizar otras actividades estimulantes para el cerebro, se asocian con un menor riesgo de demencia.