Las vacaciones ya están aquí y para muchos llega el momento de emprender un viaje, seguramente esperado durante meses. Una inmensa mayoría elige el avión como medio de transporte para llegar al destino soñado y, en el momento de preparar las maletas, surgen dudas sobre lo que se puede o no llevar como equipaje de mano.
¿Que es lo que no puedo llevar en un avión?
Por seguridad, los controles en los aeropuertos son cada vez más exhaustivos y para evitar complicaciones o tener que deshacernos de objetos personales que no nos permitirán introducir en la cabina, es importante conocer los artículos que están considerados potencialmente peligrosos y que, en ningún, caso podremos subir al avión.
¿Te piensas llevar tu equipo de buceo, arpón incluido, para descubrir los fondos marinos de una playa caribeña? ¿Eres cazador y quieres practicar tu afición durante tus vacaciones? ¿Lo tuyo es la escalada y llevas contigo crampones y piolets? Pues para empezar bien el viaje, sin contratiempos en el aeropuerto, debes saber que este tipo de objetos no son admitidos como equipaje de mano y algunos de ellos, para ser transportados en la bodega del avión, requieren una autorización previa.
Objetos prohibidos en un avión
Aunque cada compañía tiene cierta autonomía a la hora de establecer criterios propios sobre lo que admite o no en sus aeronaves como equipaje de mano o facturado, la normativa europea sobre seguridad aeroportuaria determina que cualquier objeto que pueda suponer un riesgo para la integridad, la salud o la seguridad de los pasajeros, la tripulación o el propio avión no podrá ser introducido en la cabina. Los artículos expresamente prohibidos son:
- Armas de fuego y munición. Las armas de fuego y otras armas reglamentadas pueden facturarse, pero siempre con la autorización previa de la Intervención de Armas de la Guardia Civil. Deberán, además, estar siempre descargadas y guardadas en un embalaje (maletín) especifico.
- Instrumentos que puedan ser utilizados para golpear y provocar heridas graves. En este apartado se incluyen objetos de lo más variados, desde un palo de golf o un remo, hasta elementos de defensa personal como pudieran ser porras, rígidas o flexibles, o kubatones.
- Objetos punzantes o con filo. Desde un sable hasta un simple cúter, cualquier hoja cortante será detectada en el control y automáticamente descartada del equipaje de mano. Unas tijeras de punta afilada o unos patines de hielo tampoco pasarán.
- Dispositivos para aturdir. Pistolas eléctricas, aerosoles con gases paralizantes…
- Herramientas de trabajo. Si tenías previsto llevarte en mano el taladro para hacer alguna reparación en la casa de la playa, recuerda que no podrás subirlo al avión. Lo mismo ocurre con martillos, destornilladores, sopletes, sierras…
- Sustancias químicas, tóxicas, explosivas o inflamables. En estado sólido, líquido o gaseoso cualquier sustancia que tenga alguna de estas características simplemente no atravesará el control previo al paso a la zona restringida del aeropuerto.
- Líquidos, aerosoles y geles. Los llamados LAG son uno de los tipos de artículos que más dudas despierta. Se trata de los productos de aseo: pasta de dientes, desodorante, pintalabios, cremas de belleza, espuma de afeitar… y también de algunos medicamentos líquidos y comidas especiales, como por ejemplo, los “potitos” y leches para bebés. Para no tener problemas, tus pertenencias para el aseo debe ir en botes pequeños, que no superen la capacidad de 100 ml. Tienes llevarlos en una bolsa transparente con cierre tipo zip.
Ten en cuenta que ésta no es una lista cerrada. A la hora de pasar el control, el personal del aeropuerto tiene autoridad para inspeccionar el equipaje y requisar cualquier objeto que les pueda resultar “sospechoso”. Se pueden dar situaciones bastante curiosas, por ejemplo, si la pistola de juguete que lleva tu hijo es demasiado “realista” tal vez no se la dejen subir al avión y si tu equipaje incluye un cigarrillo electrónico, también tendrás que deshacerte de él. Ante la duda, lo mejor es consultar en los servicios de información de los aeropuertos o llamando a la compañía con la que vayas a volar.
¿Puedo viajar con mi mascota?
Si tu perro o tu gato va de vacaciones con vosotros, para poder subirlo al avión, bien a la cabina de pasajeros o bien a la bodega, tendrás que cumplir los requisitos que marca cada aerolínea. Infórmate con tiempo para que puedas reunir la documentación necesaria que te pedirán en los momentos previos al embarque.
Antes de comprar tu billete tendrás que especificar que viajas con un animal doméstico porque no todas las compañías los admiten, ni en todos los vuelos.
Como requisitos generales, para volar a la mayoría de los países de la Unión Europea junto con tu mascota (perro, gato o hurón) te exigirán:
- Pasaporte europeo veterinario.
- Que el animal esté identificado con microchip homologado o tatuaje.
- Cartilla de vacunación. Imprescindible la vacuna contra la rabia en vigor.
Antes de viajar con un animal de compañía es fundamental informarse sobre las condiciones que cada país exige para que estos puedan cruzar su frontera y evitar, así, problemas en las aduanas. Muchos no admiten perros o gatos de edad inferior a tres meses y algunos incluso exigen periodos de cuarentena.
Planifica también tu equipaje para evitar complicaciones
Por desgracia, las amenazas constantes en el mundo en que vivimos hacen que los controles en los aeropuertos sean cada vez más estrictos. Por eso, igual que planificas cada uno de los aspectos de tu viaje: trayectos, excursiones, hoteles… dedica también algo de tiempo a organizar tu equipaje de manera que no lleves más de lo necesario evitando incluir alguno de los objetos que no te dejarán subir a un avión (con el consiguiente disgusto).
Si tienes dudas, lo mejor es explicar a los policías responsables del control de acceso a la zona restringida del aeropuerto que llevas algún objeto que puede resultar “dudoso”, por ejemplo un biberón con la leche que vas a dar al bebé durante el vuelo. Una vez inspeccionado, lo más probable es que no haya inconveniente alguno en dejártelo pasar. Avisando de antemano, evitarás confusiones.
Aunque el tema de las distintas prohibiciones pueda parecer un molesto inconveniente, hay que recordar que se trata de una cuestión de seguridad en el que todos debemos colaborar.