Los abogados de familia trabajan dentro del derecho civil para resolver asuntos relacionados con el matrimonio, paternidad, incapacitaciones de mayores o aspectos patrimoniales.

El derecho familiar se encuentra vinculado con el área legal para las relaciones familiares, El abogado de familia se encarga de velar porque se cumpla la regulación de los deberes y derechos personales, relaciones económicas o matrimoniales y otros temas delicados familiares. 

Estas leyes regulan y controlan la institución de la familia tanto en su extensión social como natural. Las normativas han sido modificadas a través de los años para adaptar el derecho familiar a la situación de la sociedad.  

Los estatutos del derecho familiar establecen las responsabilidades jurídicas de las personas que poseen una conexión doméstica, ya sea a través de matrimonio, unión o consanguinidad. Los expertos se rigen a través de normativas estatales para los procedimientos.

Entre los asuntos específicos que se tratan se encuentran los divorcios, tutelas, herencias, separación, custodia, adopción, modificación de medidas, pensión de alimentos, incumplimiento de régimen de visitas, reclamación de pensión,  ejecución de sentencias, incapacitaciones de personas mayores y liquidación de ganancias.

¿Cuáles son los casos más comunes dentro del derecho de familia?

Las labores que son ejercidas frecuentemente por los abogados de familia están relacionadas con la separación de los cónyuges y todos los aspectos que ello conlleva, como custodia compartida, manutención, repartición y disposición de bienes, entre otros asuntos.

 Los abogados de familia asisten a las personas en la solicitud de los trámites relacionados con el divorcio o separación. Además, en esta rama del derecho se ayuda en la prevención del abuso doméstico emocional o físico, no solo entre cónyuges o hacia los hijos, sino también para otros miembros como los ancianos.   

De igual forma, algunos abogados se especializan en áreas de la paternidad como la adopción, la filiación matrimonial y extramatrimonial, patria potestad y otros aspectos de la familia como los patrimonios y herencias.

¿Por qué es importante a acudir a un abogado de familia?

Un especialista en el área puede brindar un servicio más completo y acertado, al conocer ampliamente las leyes al respecto y tener una mayor experiencia con casos similares. El derecho de familia protege, resguarda y establece deberes, obligaciones y derechos hacia los individuos que son parte de una familia.

Este tipo de derecho pretende preservar la permanencia y supervivencia de la familia, en un intento por perpetuar la especie. Los representantes legales a través de los estatutos establecidos pueden brindar protección a las personas dentro del núcleo familiar.

La asesoría jurídica viene de parte del abogado para otorgar apoyo profesional frente a problemas en el núcleo familiar. Al considerar la familia como la base de la sociedad, los abogados actúan para defender los intereses y derechos de los individuos que los necesiten y contraten sus servicios.

Entre las facultades que posee un abogado de familia se encuentran la aplicación de las leyes a un problema en particular, valoración de las técnicas jurídicas, resolución de procedimientos, empleo de los conceptos jurídicos, trámites en los tribunales de familia y debates en litigación oral.

¿Cómo seleccionar un abogado de familia?

El abogado de familia debe asegurar un servicio profesional y competente a favor de los intereses del cliente. Para seleccionar un buen especialista es importante acudir a un despacho legal con elevadas capacidades y profesionalidad en el área.

Se pueden verificar los antecedentes del abogado para garantizar que es experto en la materia y que suele usar estrategias y un estilo que vayan acorde con el cliente, para incrementar las posibilidades de tener resultados positivos.

Los profesionales del derecho familiar deben ser conscientes del rol que tienen sobre decisiones importantes en el ámbito familiar, por lo que deben contar con tacto y saber tomar decisiones acertadas que favorezcan al cliente y a los involucrados menores de edad o adultos mayores.

 Durante el proceso para resolver los asuntos delegados, el cliente confía datos personales que pueden ser delicados, estos profesionales saben la forma de proceder para no revelar la información y asegurar la intimidad de la persona.