Aunque estos pequeños y adorables amigos son el centro de atención en muchos hogares, aquellas personas que tienen mascotas en casa conocen bien que, dentro de los cuidados que estos pequeños integrantes requieren, lo más entretenido es la hora del baño.

Bañar a un perro puede ser sencillo dependiendo de la estación en que se esté. En verano es bastante práctico gracias a las altas temperaturas, en cambio el invierno hace que se desista salir al jardín para bañarlos, aunque no debe ser un impedimento para hacerlo. Solo se necesita tener en cuenta ciertas recomendaciones para mantener a las mascotas limpias y sanas.

Precauciones a la hora del baño

Esta resulta ser una de las primeras actividades extrañas a las que se enfrenta un cachorro en su vida. ¿Cuándo es el momento ideal para hacerla? A diferencia de los seres humanos, existen ciertos límites que impiden darle un baño a un cachorro.  La edad es un requisito que todo cachorro debe cumplir para así evitar cualquier enfermedad o daño a su sistema inmunológico. No es recomendable antes de los dos o tres meses. Asimismo, cuando los baños que se le dan a un perro son muy frecuentes, se pueden producir problemas en la piel (irritación, descamación) que afectarán negativamente su salud.

Las estaciones del año tienen influencia para decidir si bañar a tu perro es bueno o malo, ya que los cambios en el clima (frío o calor excesivo) según la época pueden mejorar o empeorar el estado de salud de estos pequeños compañeros. Para hacer del baño un momento relajante para todos durante los meses de frío, existen varios consejos que son bastante útiles:

  • Bañarlo con agua tibia, así no habrá riesgos de que se ponga enfermo.
  • Utilizar un espacio cerrado, como la habitación del baño.
  • Secarlo muy bien, de esta forma se reducirá el riesgo de que desarrolle hongos.
  • Tener los materiales al alcance, así el perro no estará mojado más de lo necesario.
  • Usar recompensas para los cachorros, una golosina es lo ideal para que asocie la actividad del baño con algo placentero.

¿Cuál es el mejor champú para usar?

En el mundo de las mascotas también hay una amplia gama de productos cosméticos para seleccionar, y de ellos el champú es el más importante para dejar a cualquier perro limpio y con un aroma agradable. A pesar de que todos se parezcan, no es así, puesto que estos productos están enfocados en ciertas características como ofrecer la suavidad del pelaje, el brillo o la fragancia.

Para garantizar que el amigo peludo pueda estar limpio más tiempo, ya que no se puede bañar muy seguido, lo mejor es elegir un champú que ofrezca el mejor efecto, teniendo en cuenta la raza y el tipo del pelo (si es largo o corto). Aquí no solo debe mirarse la economía del producto, sino su calidad, porque pueden causar reacciones alérgicas.

¿Secarlo con toalla o secador?

La actitud más conocida por un perro luego de un baño, es la sacudida que moja todo lo que esté a su alcance. Después de verles agitar todo su cuerpo y deshacerse del exceso de agua que haya acumulado su pelaje, viene la ardua pero no menos importante tarea de secarlos. Cuando el clima lo permite, es buena opción dejar que el aire les seque el pelaje, pero cuando las temperaturas son bajas como en estos meses de invierno, esta no es la mejor opción por los riesgos de neumonía y otras enfermedades a causa del frío. Para evitar complicaciones en la mascota es preferible usar el secador, con aire caliente y a una distancia prudente, en especial si se trata de un cachorro.

lavar perro Es recomendable bañar a tu perro en los meses de invierno?

Cuidados adicionales en invierno

Después de haberle proporcionado un baño adecuado al integrante más pequeño de la familia, hay otros detalles para tener en cuenta a fin de mantener por más tiempo su aspecto, salud y cuidados sin tener que bañarlo tan seguido:

  • Cepillarlo a menudo ayuda a mantener el pelaje limpio, libre de nudos y de suciedad,
  • No es recomendable cortarles el pelo en invierno porque se les estaría quitando su primera protección ante el frío.
  • Después de un paseo, revisar las almohadillas de sus patas en busca de grietas por el frío o heridas por algún objeto en la nieve.