Cuando se habla de Belém, todos los pensamientos que nos vienen a la cabeza es la Belén de Israel. Sin embargo, la capital del estado de Pará, tiene mucho más que ofrecer. Desde el año 2000, la ciudad sufre un proceso de revitalización que tiene local y arquitectura reparada pero siempre conservando las características originales.
Belém Turismo en Brasil
Así fue con la Estação das Docas, un conjunto de almacenes del puerto, a orillas de la bahía de Guajara abandonado fue recuperado. La estructura de hierro Español hermosa había ganado paredes de vidrio y aire acondicionado y el estatus de gastronómica con un cultural center, salas, bares, restaurantes, exposiciones de arte y cine. La misma receta fue utilizada en el antiguo Presidio San José, rebautizada como Joyero Polo y que hoy alberga el Museo de las Gemas del Estado y el artesano de la casa. Y también en las once ventanas, un encanto que trabajaron como hospital militar transformado en Galería de arte.
Catedral da Sé es el punto de partida en Belém, con la procesión católica más grande del país
El escenario también cuenta con el glamour del Theatro da Paz, financiado por los barones en el pico del ciclo del caucho que hubo en el pasado; y con la suntuosidad de las iglesias, entre ellas la Catedral y la Basílica de Belém, salida puntos de llegada de la procesión católica más grande del país con más de 2 millones de participantes.
Pero no sólo de la arquitectura vive Belém, conocida hasta hace poco como la rústica puerta a la Amazonía. Este período se mantiene firme y fuerte, el mercado Ver-o-Peso, punto de encuentro de belenenses y el mejor lugar para los turistas a disfrutar de los aromas y sabores exóticos regionales. Los cientos de puestos es un poco de todo: una variedad de frutas, especias, hierbas y el tradicional tacacá, un caldo hecho con tucupí (goma de yuca), camarón jambu (hierba local), secado y pimienta de olor. La delicadeza se sirve muy caliente, a pesar del calor que azota la capital todo el año. Hablando de comida, la ciudad ganó muchos puntos en la pregunta. Hay una gran cantidad de buenos y encantadores restaurantes especializados en diferentes cocinas, pero siempre me reservo sorpresas con los ingredientes locales.
La rica y diversa naturaleza del norte del país está presente en la capital. Las calles, aseguran las sombras para suavizar las temperaturas, mientras que los parques y bosques revelaron un poco de vida en la selva. En el Mangal das Garças, junto a la orilla del río, cientos de especies de flora y fauna nativas pueden disfrutarse en un agradable paseo.