La mascarilla facial correcta para tu tipo de piel te dejara un cutis radiante. Elige una de las que te proponemos o bien crea tú propia formula combinando los ingredientes que te indicaremos:

Por fin! las mejores recetas  para hacer mascarillas faciales en casa

MASCARILLA LIMPIADORA:

mascarillas faciales limpiadoras Cómo hacer mascarillas faciales para todos los tipos de piel

La piel grasa y congestionada necesita una limpieza profunda para recuperar un sano resplandor y evitar la aparición de granitos y manchas. La tierra de batán y el caolín de grasa y ablandan los forúnculos y las espinillas.

El hamamelis es un agente antibacteriano natural que ayuda a  combatir los granos, mientras que la lavanda calma la inflamación.

  • 2 cucharadas de tierra de batan o de caolín.
  • Una cucharada de polvo de hamamelis.
  • Una cucharada de zumo de naranja o de limón.
  • 2 o 3 gotas de aceite esencial de lavanda.

Añade el hamamelis y el zumo recién exprimido a la tierra de batan o al caolín y resuelve bien la mezcla hasta obtener una pasta homogénea. Ajusta las cantidades de los ingredientes si es necesario. La pasta debe resultar fácil de extender, sin estirar la piel. Aplícate las mascarillas en el rostro evitando las áreas secas. Relájate durante 10 minutos y a continuación en juégate bien con agua fría o tibia. Si después del tratamiento te sientes la piel un poco tensa, rocíate la cara con loción fácil de hamamelis para refrescarte.

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MASCARILLA RELLENADORA FACIAL:

La piel seca necesita tratamientos enriquecidos que le aporten hidratación e hinchen de nuevo las células cutáneas. Esta mascarilla contiene aceite de semillas de borraja, que calma, suaviza y nutre la piel. Sus propiedades hidratantes se ven potenciadas por el aceite esencial de rosas, deliciosamente aromático, y yogur natural.

  • 2 capsulas de aceite de borraja.
  • 2 gotas de aceite esencial de rosas.
  • 2 cucharadas de yogurt natural.

Pincha las capsulas de aceite de borraja con una aguja o unas tijeras pequeñas. Vierte el aceite en un bol y añade 2 gotas de aceite esencial de rosas y 2 cucharadas de yogur. Aplícate la mascarilla sobre la cara y el cuello y relájate durante 15 minutos. Retírate la mascarilla con un disco de algodón humedecido en agua y enjuágate bien con agua tibia.

MASCARILLA CALMANTE:

miel Cómo hacer mascarillas faciales para todos los tipos de piel

Cuando te sientas estresada o decaída, o has tenido una mala reacción a un nuevo alimento o producto de belleza, tu cutis puede tornarse sensible y tender al enrojecimiento. Esta mascarilla de banana y miel es un tratamiento perfecto para pieles sensibles que necesitan ayuda para defenderse de las agresiones externas. Las bananas contienen el antioxidante betacaroteno y ácidos suaves que hidratan la piel, mientras que la miel es calmante y cicatrizante. La harina de avena, rica en minerales, amalgama los ingredientes y potencia los efectos calmantes de la mascarilla.

  • Una banana.
  • 2 cucharadas de miel.
  • Harina de avena.

Pasa la banana y la miel por la batidora para obtener una mezcla homogénea. Añade la harina de avena, de cucharadita en cucharadita, hasta conseguir una pasta fluida. Aplícale la mascarilla sobre la piel y relájate durante 15 – 20 minutos. Retírate la mascarilla suavemente con un paño húmedo y después enjuágate con agua fría.

MASCARILLA HIDRATANTE:

masacarillas faciales caseras Cómo hacer mascarillas faciales para todos los tipos de piel

Elabora con ácidos frutales (AHA), esta mascarilla devuelve el resplandor a las pieles apagadas. Los ácidos frutales ayudan a disolver la sustancia que mantiene unidas las células muertas de la piel, al tiempo que proporcionan una hidratación profunda. A pesar de que los tratamientos con ácidos de frutas pueden resultar agresivos para pieles sensibles, la leche en polvo, de efecto suavizante, y el aceite de almendras, de efecto calmante, hacen que esta mascarilla resulte apropiada para casi todos los tipos de piel.

  • Selección de dos o tres frutas: fresas, frambuesas, kiwi, piña o tomate.
  • Leche en polvo.
  • Aceite de almendras.

Bate las frutas. Añade la suficiente leche en polvo para obtener una pasta fluida. A menos que tengas la piel grasa, extiéndete primero aceite de almendras sobre el cutis; si tu piel es mixta, hazlo solo en las áreas más secas. Ponte la mascarilla, evitando el contorno de los ojos, y relájate 15 minutos. Límpiate suavemente con un paño y enjuágate con agua tibia.