Hay muchas personas que toman medicamentos de venta libre o sin receta sin consultar con un médico. Lo hacen por ahorrar tiempo y dinero. Sin embargo, los peligros de la automedicación existen y pueden ser mucho más graves para su salud.

¿Qué es la automedicación?

Tradicionalmente se define la automedicación como el acto de ingerir medicamentos, hierbas o remedios caseros. Ya sea por iniciativa propia o por consejo de alguien más. Esto sin consultar a un médico.

peligros de automedicación en casa Peligros de la automedicación: 6 riesgos de automedicarse en casa

Hay que decir que la automedicación es una práctica habitual. Se le considera como una forma de autocuidado de nuestra salud. De hecho, automedicarse para tratar lesiones y enfermedades menores. Contribuye a reducir la carga general en el sistema sanitario.

Sin embargo, los peligros de la automedicación surgen cuando las personas se automedican para tratar enfermedades más graves. Hablamos de afecciones que requieren la intervención de un médico profesional.

Como resultado se puede obtener un tratamiento inadecuado para aliviar los síntomas y afecciones.

Los peligros de la automedicación: ¿Por qué no es bueno automedicarse?

Principalmente porque los efectos de automedicarse pueden ser muy dañinos y potencialmente mortales. Además, muchas personas relacionan la automedicación con el abuso de alcohol u otras sustancias.

Pero automedicarse también significa tomar medicamentos recetados para tratar una enfermedad previa. Incluso tomar múltiples medicamentos de venta libre con el objetivo de enmascarar los síntomas.

También hay que decir que muchas personas se automedican para evitar ir al médico. Lamentablemente las consecuencias pueden ser lo suficientemente graves como para terminar en el hospital.

6 peligros de la automedicación en casa

A continuación te compartimos los riesgos de la automedicación en el hogar. De esta manera podrás evitar los peligros de una reacción adversa.

Los medicamentos caducados

Todos los medicamentos tienen una fecha de vencimiento. Es un dato que nos indica cuándo y por cuánto tiempo deben tomarse para garantizar la seguridad y su eficacia. Incluso si solo se trata de dolor de cabeza, el medicamento no surtirá efecto si ya ha pasado su fecha de vencimiento.

Además, cuando tomas medicamentos recetados o de venta libre. Los cuales ya han expirado, corres el riesgo de no recibir la dosis suficiente para aliviar o controlar tus síntomas.

No solo eso, en algunos medicamentos los peligros pueden ser mayores. Esto porque a medida que expiran pueden presentar reacciones químicas. Por lo tanto, siempre revisa la fecha de caducidad antes de ingerir cualquier medicamento.

Una condición subyacente sin diagnosticar

Es otro de los peligros y riesgos de la automedicación. Es decir, automedicarse para tratar síntomas continuos, podría hacer que una condición subyacente no se diagnostique.

Los síntomas como las erupciones cutáneas y la fiebre persistente. Pueden estar relacionados con condiciones subyacentes que requieren de un diagnóstico adecuado para tratarse de forma efectiva.

Además, hay ciertas enfermedades como la diabetes, donde al no controlar los síntomas se incrementa el riesgo de complicaciones más graves.

En consecuencia, si has experimentado fiebre, vómitos, náuseas, mareos, insomnio, etc, por más de 5 días. Consulta de inmediato con el médico.

Mezclar medicamentos, otro de los peligros de la automedicación

Automedicarse con múltiples medicamentos es muy peligroso. Se corre el riesgo de ingerir medicamentos que nunca deben mezclarse. Un ejemplo de ello es combinar Viagra con medicamentos para el corazón.

El resultado es una caída masiva en la presión arterial. Como resultado, la persona podría sufrir un ataque cardíaco fulminante. Además, algunos medicamentos pueden afectar la eficacia de otros medicamentos.

Lo anterior podría generar que los síntomas no se traten correctamente debido a la ineficacia del medicamento. Por ello es muy importante consultar con el médico acerca de cualquier posible reacción negativa al combinarse medicamentos.

Un mal uso de antibióticos

Los antibióticos se recetan para eliminar bacterias dañinas. Sin embargo, un mal uso puede tener efectos peligrosos. Si tomas antibióticos cuando no los necesitas. Conseguirás que las bacterias sean más resistentes.

En otras palabras, los antibióticos ya no funcionarán de forma tan efectiva. Además, las bacterias pueden multiplicarse. Es decir, los antibióticos podrían no eliminar el virus de un simple resfriado.

Adicionalmente existen diferentes tipos de antibióticos. Son antibióticos desarrollados para tratar enfermedades específicas. Por lo tanto, al tomar antibióticos recetados para una afección diferente. En el mejor de los casos no te hará ningún efecto.

El peor escenario es que te enfermes de gravedad. Incluso que tu cuerpo desarrolle bacterias resistentes a los antibióticos. Lo suficientemente resistentes como para impedir que te cures.

Tomar la dosis incorrecta

Otro de los peligros de la automedicación es no tomar la dosis adecuada. De hecho, tomar una dosis imprecisa podría ocasionarte la muerte. Por ello, al automedicarte en casa corres el riesgo de provocarte una sobredosis accidental.

Lo contrario sucede si tomas una dosis demasiado pequeña. Lo más probable es que no sea efectiva y termines enfermando. Debido a esto podrías tomar dosis adicionales para intentar aliviar los síntomas.

Dependencia y abuso

A medida que una persona se automedica, puede volverse dependiente de los medicamentos. Puede llegar a tal punto de abusar del uso de dichos medicamentos. Lo puede hacer ya sea tomando un analgésico, o incluso inhalando píldoras molidas.

En cuanto a los medicamentos que causan mayor dependencia se incluyen analgésicos y sedantes. También los estimulantes y medicamentos ansiolíticos. El abuso de estos medicamentos puede convertirse en un problema crónico y compulsivo.

Debido a esto es fundamental identificar la dependencia a los medicamentos en una etapa temprana. El objetivo en todos los casos es evitar que esta dependencia se convierta en un problema de adicción.